En una nueva entrega del proyecto de devastación, el presidente Javier Milei ha firmado un decreto que pone al país en "emergencia energética" hasta el 2024. Las concesionarias, acusadas de prestar un servicio deficiente, se llevan una palmadita en la espalda y la culpa de su incompetencia recae en nosotros, en las tarifas que pagamos, según el decreto, son tan bajas como las expectativas de un grueso sector de la ciudadanía en este gobierno.
Milei, el especialista en crecimiento sin plata, según confieza, ha decidido extender las intervenciones de los entes reguladores del sector (ENRE y Enargas) debido a la "demora en los nombramientos". Claro, porque el tiempo es oro, especialmente cuando se trata de tomar medidas para las cuales no estábamos preparados.
¿Recuerdan la gestión Macri y sus "increíbles" aumentos tarifarios? Bueno, parece que Milei quiere su propia versión del drama. El decreto, que nos retrotrae a aquellos tiempos, nos habla de la obsolescencia de las empresas prestadoras, la insuficiente adecuación a la demanda y la falta de inversiones en renovación y ampliación de redes. ¿Y quién lo diría? Después de años de brillante gestión, aquí estamos de nuevo.
El decreto, fechado en el Boletín Oficial, nos cuenta una historia de tristeza económica, afirmando que desde 2003, y más específicamente desde 2013, las señales para incentivar inversiones no han sido suficientes. La joya de la corona es la responsabilidad de esta "emergencia" que recae en las bajas tarifas de las empresas privatizadas en los gloriosos años noventa. ¡Qué sorpresa!
Las estrellas del espectáculo son Edesur y Edenor, las dos principales prestadoras de energía eléctrica, que, según el informe del ENRE, exhiben cifras críticas en la eficiencia del servicio. Los indicadores de calidad del servicio aumentan más rápido que las excusas gubernamentales, con un 55,23 % para EDENOR S.A. y un deslumbrante 173,22 % para EDESUR S.A. ¡Un verdadero récord de ineficiencia!
En un intento por manejar esto durante la gestión de Sergio Massa, se llegó a nombrar a un funcionario del gobierno dentro de Edesur para "controlar" la empresa. Sin embargo, la revisión del contrato, que incluye una concesión hasta el año 2087 (¡sí, leíste bien!), quedó en el olvido. Pero, claro, ¿quién necesita revisar contratos cuando puedes aumentar tarifas?
A pesar de la calidad del servicio el decreto no castiga a las empresas, ¡no! Ordena una revisión tarifaria integral, un término tan técnico como confuso. Las nuevas tarifas deben entrar en vigencia antes del 31 de diciembre de 2024, así que puedes esperar con ansias ese regalo de fin de año.
Y para mantener el show, el decreto asegura la continuidad de los interventores nombrados durante el gobierno de Alberto Fernández, porque, al parecer, la revisión de cuadros tarifarios es tan delicada que no podemos perder tiempo nombrando nuevos directores. ¡Qué eficiencia!
La joya de la corona en este decreto es la "readecuación de tarifas", que, según el gobierno, solucionará todos nuestros problemas. Al parecer, el atraso en la remuneración a las empresas ha afectado los planes de mantenimiento, reparación y los recursos económicos destinados. En otras palabras, los ciudadanos comunes son los culpables y serán los que sentirán el impacto, pero no se preocupen, ¡es por una buena causa!