La Secretaría de Hidrocarburos recibió esta semana a directivos de CADIGAS (Cámara Argentina de Distribuidores de Gas Licuado) y a las entidades empresariales productivas del sector para poder evaluar la situación que atraviesan. El objetivo es lograr cubrir la demanda de los hogares más vulnerables del país.
En anticipación a la llegada del invierno del 2020, el Gobierno comenzó atender la delicada situación de demanda de gas en garrafa en los cientos de barrios y territorios del país que requieren de este recurso, y que se vieron fuertemente afectados en los últimos años. Por ello, la Subsecretaría de Hidrocarburos de la Nación reunió a la principal entidad de PYMES del sector para trabajar el esquema de propuestas para reactivar al sector de cara a los meses venideros.
Durante la gestión de Cambiemos el tema energético fue un punto clave, sobre todo en lo que hace a la atención de las barriadas populares que dependen del gas envasado. Durante esos años el desabastecimiento, el aumento desmedido, los tarifazos jaquearon a los más vulnerables. Los enormes aumentos hicieron que muchos que tenían gas en red volvieran a la garrafa.
“El Gobierno anterior no resolvió los problemas del sector, que se agravaron peligrosamente a lo largo de todo ese tiempo, acercándolo a una situación cercana al colapso. Se debe considerar que el 40% los usuarios de gas en garrafas recibe un subsidio directo a través de la tarifa social, lo que pone de manifiesto la relevancia de un sector que se encuentra constituido por una estructura económica y social vulnerable que requiere mantener la accesibilidad a este recurso básico para su calidad de vida”, agregaron desde CADIGAS.
Cadigas abastece a cerca del 48% de la demanda de gas licuado del país, estamos hablando de casi dos millones y medio de personas. La idea es implementar políticas públicas como la ayuda económica, la exención y/o la disminución de cargas e impuestos, la promoción del primer empleo, además de acuerdos con empresas proveedoras del sector, para lograr la subsistencia de las empresas. De esta manera llevar tranquilidad tanto a empleados que corren el riesgo de perder sus puestos de trabajo, como a los consumidores, que podrían verse desabastecidos de cara al próximo invierno, concluyeron desde la entidad.