Un preso fue asesinado a cuchillazos durante una pelea entre dos grupos de reclusos alojados en el sector de máxima seguridad de la Unidad 23 de Florencio Varela, informaron fuentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB) y judiciales.
Los voceros consultados coincidieron en que la principal hipótesis apunta a que el enfrentamiento se generó cuando uno de los grupos quiso plegarse a las protestas que se realizan en reclamo de prisiones domiciliarias y medidas de prevención frente a la pandemia de coronavirus, y el otro no.
“Como consecuencia de una pelea entre dos grupos de internos en una de las cárceles de Florencio Varela, uno de los detenidos resultó fallecido producto de una herida punzante”, indicó el SPB en un comunicado.
Según el reporte, “el hecho ocurrió esta mañana en la Unidad 23 cuando por razones que se investigan internos con armas caseras (facas) se pelearon en el sector de máxima seguridad”.
“Además de la persona fallecida hay internos con heridas leves y también personal penitenciario que ha sufrido diversas lesiones”, agregó el comunicado.
El SPB señaló que “de inmediato, personal penitenciario ingresó para frenar la reyerta ante la absoluta imposibilidad de entablar un diálogo”.
Al mismo tiempo, la fiscal Roxana Giménez, jefa de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) descentralizada 9 de Florencio Varela; y el ayudante fiscal Cristian Granados; se presentaron en el lugar para encabezar las diligencias de la Policía Científica.
Una fuente judicial informó a Télam que el cuerpo del preso fue remitido esta tarde a la Morgue de Lomas de Zamora donde se realizará la autopsia para determinar la causa de la muerte.
El mismo informante señaló que en inmediaciones de donde yacía el cadáver no se secuestró ninguna arma de ningún tipo y agregó que los guardias realizados disparos para controlar la situación.
Si bien cerca de las 13, las autoridades penitenciarias habían asegurado que la situación estaba controlada, fuentes judiciales y del SPB aseguraron que pasadas las 17 los presos continuaban sobre los techos del penal y el clima era "tenso".
En el lugar permanecía gran cantidad de efectivos penitenciarios, como así también de la fiscalía y de personal de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM), que ayudaba a apaciguar los ánimos.
En tanto, los disturbios en la Unidad 23 se difundieron a media mañana a partir de una decena de videos subidos a distintas redes sociales, que fueron grabados por los propios presos que tienen teléfono celular en la cárcel o familiares de ellos.
En esas grabaciones se escucharon disparos y se vieron algunos disturbios sobre los techos y el interior de los pabellones, algunos presos heridos de bala goma y el desplazamiento de los penitenciarios.
“Queremos reclamar nuestros derechos. ¡Nos estamos muriendo acá adentro y la Justicia y la Ley no hace nada!”, exclamó uno de los internos.
“Pedimos las cosas pacíficamente y nos están recagando a tiros arriba de los techos”, se escuchó a otro de los presos.
“Acá nos tienen reprimidos, están lastimando a toda la población, haciendo abuso de autoridad, dándonos tiros, no nos quieren dar de comer, se roban todo de la cocina. ¡Queremos beneficios!”, dijo otro interno en otro video.
Por su parte, desde la CPM afirmaron más temprano que “es la hora de la justicia” de “evitar el hacinamiento” en las cárceles “para salvar vidas”.
A su vez, Amnistía Internacional informó esta tarde que solicitó información a las secretarías nacionales de Derechos Humanos y de Justicia “para conocer los criterios de intervención de ambos órganos de derechos humanos en el contexto del coronavirus y el impacto en las cárceles del país”.
Mientras que otras fuentes judiciales señalaron a Télam que los defensores buscan encausar los reclamos de los presos a través de las mesa de mediación que se entablaron en las cárceles como en el caso de la Unidad 10 de Melchor Romero, donde ayer hubo una huelga de hambre y protesta en los techos que se resolvió por esa vía.
La Unidad 23, ubicada sobre el kilómetro 15,5 de la ruta provincial 53, es una de las cinco que integran el Complejo Penitenciario de Florencio Varela, junto a las unidades 24, 31, 42 y 56.
Pese a que ahora está internado en un hospital de Avellaneda, en ese penal cumplía prisión perpetua Julián Arakaki (50), quien en 2012 asesinó a su hija de 8 años y fue el primer preso en contraer coronavirus en el país. (FUENTE TELAM)