Tu casa era de chapa y de madera
Con un galpón por ratas habitado
Una silla y el mate en la vereda
Y un montón de piojos apilados
41 en la suela del zapato
Cuando en verdad calzabas 39
De noche, no dormías por los gatos
De día, a poner tachos, que se llueve
Una vecina te bancaba la polenta
Y un vecino te pagaba los cigarros
El gallego, de tanto hacer la cuenta
Te cortó, para siempre, el fiado
Tus amigos te garpaban las salidas
El vermouth, la ginebra, los cortados
Hasta que vos, al piantarte de la esquina
Los dejaste, de repente, bien clavados
Después que te borraste echaste buena
Comenzaste a trepar, hiciste guita
Tus amistades, tus ropas, hoy son nuevas
Y borraste a los pobres de tu lista
Hoy tenés en el marote una heladera
Llevás la nariz alta, levantada
Olvidaste que tu vida era manguera
Que los puchos y el morfi te los daban
Tus amigos de hoy, son los amigos del vento
Y sin vento, serías olvidado
Pero vos, y yo, sabemos
Que sos solo un piojo, un piojo resucitado
Ricardo Veiga
-1978-