El turismo como un derecho

Un grupo de investigadores/as de la UNDAV reflexiona acerca de otras maneras de concebir la actividad turística, que rompan con las prácticas de acumulación capitalistas y se vinculen a las necesidades comunitarias.

Por Lic. Florencia Podestá*

¿Cómo entendemos el turismo? ¿Qué formas adopta? ¿Cómo salir de la perspectiva exclusivamente economicista? En diálogo con integrantes del colectivo del Laboratorio de Estudios, Investigación e Intervención Territorial en Turismo (LEITET) de la Universidad Nacional de Avellaneda (UNDAV) reflexionamos sobre otras maneras de concebir al turismo que rompan con las prácticas de acumulación capitalistas y se vinculen más a las necesidades comunitarias. “Pensar al turismo desde nuestra Latinoamérica profunda implica poner el cuerpo, la palabra y la producción del saber al servicio de la lucha contra las desigualdades”, afirman.

- ¿Cuál es la concepción de turismo que promueven desde el LEITET?

- Para esta respuesta podríamos ensayar varias aristas: básicamente, entender al turismo como un eje transversal en la vida de las personas. Una actividad que, más allá del carácter netamente económico con el que se identifica normalmente, posee una dimensión simbólica innegable que tiene implicancias políticas, sociales, culturales y, obviamente, ambientales. Entendemos al turismo como un Derecho, así es que nos organizamos en ejes de trabajo (Género; Derechos Humanos y Memoria; Estado y Comunidad) que van en ese sentido.Trabajar para aportar soluciones mediante la intervención sobre un problema y, al mismo tiempo, profundizar también en la compresión teórica de los problemas que estudiamos, hoy se torna imprescindible.

Entonces, nos dejamos interrogar, interpelar como punto de partida y construimos una pregunta que traducimos en objetivos y conceptualización teórica. Para conocer, para conocernos y situarnos, para comprometernos con nuestro tiempo histórico. Para no estar pensando en problemas abstractos que nada tengan que ver con los problemas del pueblo.

-¿Qué potencialidades tiene la Universidad Nacional de Avellaneda para gestar otra forma de turismo?

- La palabra “gestar” es la clave. Pensar cómo se genera, como nace otro tipo de turismo. Un turismo que trabaja comunitariamente se puede pensar desde una universidad que está comprometida con el territorio.

Para sintetizar, tomamos la misión primaria de la UNDAV: construir y generar conocimiento con el objeto de difundirlo y aplicarlo a la sociedad, en diálogo con las necesidades sociales y con el fin de mejorar la calidad de vida de la población. En principio, como docentes investigadorxs de la universidad pública y del Conurbano, producto de un contexto de ampliación de derechos que dio como resultado las Universidades del Bicentenario, consideramos el Proyecto Institucional Universitario fundante de nuestra universidad como nuestro gran marco de trabajo.

- Más allá de la necesidad de vincular al turismo con el territorio, existe una necesidad de pensar e implementar una forma de turismo que no se conciba a partir de una matriz extractivista, que preserve la biodiversidad y no profundice la explotación de la tierra y las personas. ¿Qué alternativas proponen?

- Lo que transforma es la manera en que se practique el turismo. La actividad turística en sí no excluye ni incluye, eso depende de cómo se estructura, de cómo se gestiona, cómo se planifica, con quién/es se planifica, cómo se practica y qué proyecto de país propone el Estado.

Intervenir desde el turismo a favor del pueblo siempre fue un desafío que hoy se expresa más crudamente. Cómo pensar, desde una actividad que se explica desde una perspectiva economicista y que se inclina por favorecer la acumulación violenta del capital, nuevos horizontes de sentido ¿Cómo hacerlo desde las prácticas, desde los conceptos, desde la compresión teórica, desde la enseñanza y, sobre todo, desde la construcción de conocimiento?

Desde LEITET nos sumamos a los proyectos que se inscriben en la función sustantiva de la universidad, en la que germinan propuestas de integración y transformación social. Es por eso que nos sumamos a los proyectos “MUTANTUR”; con el “Centro Cultural Carlino” y el “TURISTREN”, que desde el Área de Vinculación Turística del Departamento de Ambiente y Turismo de la UNDAV, se vienen acompañando y desarrollando.

Pensar al turismo desde nuestra Latinoamérica profunda implica poner el cuerpo, la palabra y la producción del saber al servicio de la lucha contra las desigualdades. Eso para nosotres es poner nuestra cabeza donde están nuestros pies… De otro modo, cualquier propuesta de transformación social que soslaye a la cotidianeidad como espacio de disputa de sentido, será estéril.

* Coordinadora del Programa de Popularización del Conocimiento y la Cultura Científica.