Esta es una historia escrita por FRANCO GONZALEZ de la Editorial Cuenteros, Verseros y Poetas, hoy la compartimos con ustedes.
El día a día se hace más pesado, las cosas cambiaron de la noche a la mañana, ¿qué puede haber más importante que la libertad para una persona presa? Nada, dirá la mayoría, pero personalmente para mí sí hay algo que siempre fue y será mi prioridad, la familia. La familia que vive del día a día, y ahora que no puede trabajar, ¿qué hacemos?
El día a día se hace más pesado porque el pensamiento es más fuerte que la existencia.
El día a día se hace más pesado porque yo me tomo un mate cosido con tortas fritas que suplanta las tres comidas diarias, pero ¿mis hermanos tendrán para eso? La cosa se puso fea, miles de muertes en el mundo por un virus que viaja rápido y llega a cualquier parte, ataca a los más desprotegidos que son nuestros abuelos, esos que vienen batallando hace rato con sus vidas, con sus crisis, con los reniegos que les pudimos haber causado sus nietos.
El día a día se hace más pesado porque a través de una llamada no te quedás tranquilo, no ves sus caras para saber si realmente están bien, como te lo dicen, o sólo te lo hacen para no causarte más pesadez a todo esto.
El día a día se hace más pesado porque ahora que dejé de creer en todo lo que es una religión, necesito aferrarme a algo para no caer en una agonía infinita. ¿Y ahora, de qué me disfrazó? Deposito la fe en personas, en la familia, para sentirme un poco mejor, pero les doy una gran responsabilidad a ellos, porque si les pasa algo yo caigo primero al piso y desaparezco.
El día a día se hace más pesado porque soy frágil como un papel, aunque de afuera se vea todo lo contrario.
El día a día se hace más pesado porque los medios de comunicación no ayudan, la información es pobre, la policía se come el abuso con los chicos, y nadie lo cuenta.
El día a día se más pesado porque la situación cambia, pero las cosas siguen igual. Esto es un pensamiento negro, porque está de luto, de luto por las personas fallecidas, por las persona enfermas, por las personas que se curan y vuelven con sus seres queridos. Es un pensamiento negro porque soy pesimista, pero tratamos de hacer lo posible para que el día a día sea un poco menos pesado, para que el virus se termine, se corté acá nomás, que no toque de cerca a los nuestros que son el pilar que nos tienen de pie, y nos levantan la cabeza para mirar hacia adelante. Es un pensamiento negro porque la cosa se puso fea y el día a día se hace más pesado. (El pensamiento es más fuerte que la existencia)