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El comisario mayor de la policía bonaerense, Francisco Centurión, enfrenta un nuevo capítulo en su historia judicial en medio de un caso que ha mantenido en vilo a la comunidad de Florencio Varela. Lucas Escalante y Lautaro Morello, dos jóvenes que desaparecieron misteriosamente el 9 de diciembre pasado, fueron vistos por última vez en la quinta propiedad de Centurión. Mientras que el cuerpo calcinado de Morello fue encontrado una semana después en un campo cercano, Lucas Escalante sigue desaparecido.
La Cámara de Apelaciones y Garantías de Quilmes confirmó la prisión preventiva del comisario mayor Centurión en relación con un proceso por presunta sustracción de caudales públicos. Se le acusa de comercializar vales de nafta destinados a patrullar la zona de Florencio Varela, que habrían sido desviados para uso personal.
La solicitud de mantener a Centurión bajo custodia fue presentada por el fiscal Daniel Ichazo y el abogado Carlos Diéguez, representante de la familia de Lautaro Morello, quien estaba en compañía de Lucas cuando visitaron la quinta de Centurión por última vez.
El caso se complica aún más, ya que los investigadores han encontrado el BMW que Lucas usó para recoger a Lautaro la noche en que desaparecieron, quemado y abandonado a siete kilómetros de la propiedad del comisario.
En una resolución de 14 páginas, la Cámara de Apelaciones y Garantías de Quilmes ratificó la prisión preventiva dictada previamente por el juez de Garantías de Florencio Varela, Julián Busteros, basándose en la presunta sustracción de caudales públicos. Sin embargo, el tribunal ordenó que se remita el expediente al mismo juzgado de Garantías para revisar el sumario y emitir un nuevo fallo sobre la participación de Centurión en la desaparición de Lucas Escalante.
Hasta el momento, los únicos sospechosos detenidos por la desaparición y el asesinato de Lautaro Morello son Maximiliano y Cristian Centurión, sobrino e hijo, respectivamente, del comisario mayor acusado. Se les imputa haber privado de su libertad a Lucas Escalante el 10 de diciembre pasado, supuestamente en el interior de la casa de Centurión, donde se esperaba que retiraran los vales de nafta.
La defensa de Centurión argumenta que no existen pruebas suficientes para demostrar su participación en los hechos, especialmente en lo que respecta a la sustracción de caudales públicos. Alegan que los vales de nafta en cuestión son instrumentos informales de carácter privado, emitidos por una estación de servicio, y no pueden considerarse caudales públicos.
La investigación también ha revelado mensajes de texto en los que Lucas Escalante mencionaba la obtención de vales de nafta como motivo para visitar la casa de Centurión. Sin embargo, las familias de los jóvenes sospechan que había otras motivaciones detrás de la invitación.
El misterio en torno a la desaparición de Lucas Escalante y el asesinato de Lautaro Morello continúa sin resolverse, y la comunidad de Florencio Varela sigue esperando respuestas. La Justicia ahora deberá decidir el destino del comisario mayor Centurión en este caso que ha conmocionado a la región.
